me despreocupan los prestigios
del hombre, y en los orgullos del tiempo
Que no es nuestro no soy oveja.
No soy humano,
soy del viento que viene o va,
con las temperaturas del delirio
soy fuego, que aún cuando no enciende siempre está.
No soy de ayer ni de mañana,
no soy, estoy
en las estrellas que con Sol despelleja
la galaxia de tu nariz, sin espejos.
Si ante el espejo fuéramos sonido,
no ansío nada más que no escucharte,
ayer me dormiré sobre el reloj
que me acompaña al analizarte.
Y si fueras real,
si existen las memorias en mi paranoia,
te llevaré al recuerdo eterno
Y esclavizaremos las horas.
Si una criatura como yo dientes tuviera,
y una criatura como vos de verdad existiera,
te arrancaria las costillas y así jamás podrá
ser inventado ni lo frágil ni la debilidad.
Ni los rumores del martes...
Ni los presagios del viernes, ni la consciencia del domingo
lograrán hacer de algo como esto
una historia real, ni un hecho comprobable.
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