Registro al 2 de Febrero

El era un hombre de edad joven, común, de pelo rubio, delgado; el fue destinado para ir al gran almacén, mientras las estrellas se alineaban, yo iba en mi camino, un vendedor callejero quiso incorporarse, ... seguimos. Cuando llegué al templo noté que había olvidado la carne que me tocaba llevar, no había opción, me fui!. Estando en una reunión, en mi raíz, todo se desordeno, nuevamente, tuve que partir; esta vez con otros menesteres mucho mas simples, solo necesitaba unos refrescos, así que mi destino ahora era el almacén.

Fui acompañado por la sombra de la culpa, y ella, la que de entre las luces aparece, me vio, y estaba sucio. Tuve que tomar un autobús, y aquellas mujeres no tardaron en re acomodarse y entre ellas fui invocado, aunque distraído por las mismas, pude divisar no con mucha atención, a aquel joven rubio, en efecto, parecía alguien común.

Cuando llegamos al almacén todo empezó a explotar, aquel joven encendió la masacre, destruyéndolo todo, matando a todos, fue una verdadera masacre aquel día en el almacén, yo logre huir de aquel lugar sin que nada me pasara, sin embargo no era nada sencillo, todo se tintó de caos y era difícil ya evitarlo. Me logré esconder en cuarto viejo, aprovechando que permanecía oscuro para no ser visto ni aniquilado; poco después me di cuenta que vi a un niño en la habitación, el tenia un gran traje rojo, si! el era la consciencia de aquel joven de la masacre, el que organizó todo!. El estaba esperando a las demás gentes de traje rojo, cuando al fin tocaron a la puerta, las vecinas, las gentes de traje azul de al lado salieron al encuentro, por supuesto nosotros dos no salimos por el temor, y no alcanzamos a ver, pero no era necesario, ya sabíamos que la que tocó la puerta era "la primera guardiana del ser" en trajes rojos, y en forma de estrellas se desvaneció, sin que nosotros pudiéramos ver.